
Cultura polinesia: descubra el alma de las islas de Tahití
La cultura polinesia es rica, diversa y realmente única. Abarca artes tradicionales, artesanía, estilo de vida, vivienda, creencias antiguas e influencias modernas, vestimenta, deportes y tradiciones diversas. Lejos de su rutina diaria, nuestra cultura polinesia le ofrece todo lo que necesita para vivir un viaje inolvidable a la Polinesia Francesa.
Una de las más bellas definiciones de cultura es sin duda la de la UNESCO, inmortalizada a raíz de los debates sobre políticas culturales en 1982: «La cultura, en su sentido más amplio, se considera el conjunto de rasgos distintivos espirituales, materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Abarca no solo las artes y la literatura, sino también los estilos de vida, los derechos humanos fundamentales, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias».

Tradición y cultura orales
A diferencia de la mayoría de las culturas del Viejo Mundo (Eurasia y regiones mediterráneas), la historia y la cultura polinesias, arraigadas en el océano Pacífico, no se han transmitido a través de la escritura. Por ello, los polinesios desarrollaron otras formas de expresión.
La tradición oral es esencial en las islas de Tahití. A lo largo de siglos de migraciones oceánicas, dio forma a un idioma único, rico y estructurado. La oirá todos los días durante su viaje a la Polinesia Francesa. El idioma polinesio permite a las personas reconocerse e identificar sus raíces. Se habla a diario y se recita en discursos codificados ('ōrero).
También se baila y se canta. Hoy en día, los hīmene (antiguos himnos influidos por los misioneros protestantes en el siglo XIX) son los más extendidos. Pero los antiguos polinesios compusieron canciones de conquista, poemas bucólicos, liturgias ancestrales y melodías que a veces aún se tararean. Le sumergirán en la antigua historia de los pueblos del océano.

Tradición y cultura orales
A diferencia de la mayoría de las culturas del Viejo Mundo (Eurasia y regiones mediterráneas), la historia y la cultura polinesias, arraigadas en el océano Pacífico, no se han transmitido a través de la escritura. Por ello, los polinesios desarrollaron otras formas de expresión.
La tradición oral es esencial en las islas de Tahití. A lo largo de siglos de migraciones oceánicas, dio forma a un idioma único, rico y estructurado. La oirá todos los días durante su viaje a la Polinesia Francesa. El idioma polinesio permite a las personas reconocerse e identificar sus raíces. Se habla a diario y se recita en discursos codificados ('ōrero).
También se baila y se canta. Hoy en día, los hīmene (antiguos himnos influidos por los misioneros protestantes en el siglo XIX) son los más extendidos. Pero los antiguos polinesios compusieron canciones de conquista, poemas bucólicos, liturgias ancestrales y melodías que a veces aún se tararean. Le sumergirán en la antigua historia de los pueblos del océano.


Las islas de Tahití y su cultura oceánica
La laguna, el arrecife y el océano forman parte de la identidad de los polinesios, incluso hoy, a pesar del estilo de vida sedentario contemporáneo de la población. El nutritivo océano, que complementa la generosidad de las islas altas, era el patio de recreo de los antiguos polinesios: su ruta migratoria, su fuente de alimento y su base para el desarrollo.
Así que, cuando llegue a Tahití a bordo de uno de nuestros aviones que cruzan la mitad del mayor océano del mundo, déjese llevar por la cultura oceánica de la Polinesia Francesa, su historia única y sus variaciones de un archipiélago a otro: La extraordinaria artesanía del nácar (parau) y las perlas (poe) en las islas Tuamotu y Gambier, Las tallas de madera y hueso de las islas Marquesas, Tejido de hojas de coco (ni'au) o de pandano (raufara) en las islas Australes, La creación y los estampados de patrones en tapa (tela de corteza), pareu y tīfaifai (adornos de tejidos locales adaptados del patchwork británico) en las isslas de la Sociedad....

La culture du corps
Partagez notre culture du mouvement et de la grâce, notamment par la danse, dont les expressions les plus célèbres aujourd’hui sont le Heiva (juillet) et le hura tapairu (novembre). Lors des spectacles, vous serez invités à apprendre quelques pas avec les danseurs : ne manquez pas cette occasion.
La culture est aussi l’art de se dépasser, ce que les Mā’ohi adorent faire lors des tū’aro, les sports traditionnels polynésiens qui n’ont rien à envier aux jeux celtiques : vitesse avec le débourrage de noix de coco, habileté avec l’ascension de cocotier, précision avec le lancer de javelot, force avec le porter de pierre, endurance avec la course de va’a (pirogue)…

La culture du partage
Notre culture, pluri-centenaire, a su adapter ce que la nature généreuse offrait à manger, par un mode particulier de cuisson, à l’étouffée, le ahimā’a. Il transforme les ingrédients crus au stade consommable et sacralisé du cuit, en les faisant passer du sombre vers la lumière. La nourriture, préparée en commun, mangée en commun, endossait alors le rôle de ciment sociétal. Il y a toute une symbolique derrière un mā’a Tahiti (repas traditionnel du dimanche) préparé de façon rituelle dans un four enterré. Cette tradition sera un moment important de votre séjour d’en déguster les préparations.
Enfin, la culture polynésienne repose sur un art de vivre qui rend l’Autre, vous, important. C’est dans nos îles sans aucun doute, quand vous repartez couverts de coquillages, entourés d’affection et de pleurs, que vous percevez l’importance que vous avez pour nous. C’est aussi pour cela qu’en plus d’être accueillis par des fleurs et une musique joyeuse, vous recevez ici les plus beaux sourires du monde.